ETAPA 1

08 de septiembre de 2016

ETAPA 1

MADRID-CERCEDILLA

82,80 km.

Lo bueno que tiene realizar el Camino de Santiago empezando a pedalear desde la puerta de tu casa es que te ahorras un día. Y eso, a la hora de planificar el tiempo de duración es bastante importante.

Tal y como suele ocurrir en estas situaciones, la noche previa a la salida se duerme poco y mal. La bicicleta está preparada con todo lo que supongo que voy a necesitar. El peso total entre la bicicleta y mi cuerpo son 125 kg que van a tener que desplazar mis piernas.

Teóricamente, el Camino de Madrid comienza en la Plaza de Santiago, junto a la Iglesia de Santiago, pero carece de señalización y hay que atravesar todo Madrid con su correspondiente tráfico. Lo más inteligente, es escapar de Madrid por el Anillo Verde Ciclista y dejar la ciudad por el carril-bici de la M-607. 

A las 7:00 horas, me pongo en marcha. Es de noche y cojo el Anillo Verde Ciclista que me hace pasar por la Casa de Campo y subo hacia el carril-bici de Colmenar Viejo. Podría coger el trazado señalizado del Camino de Madrid a la altura de Fuencarral, pero son los primeros kilómetros del viaje y prefiero reservar fuerzas y no subir a Valdelatas. Además, Óscar me espera a las 9 junto a Tres Cantos y frente al Hotel Foxá, y su bicicleta ya está esperando.

A las 9:00 empezamos juntos este Camino con la ilusión puesta en llegar a Santiago de Compostela y, si todo va bien, continuar hasta Finisterre y Muxia.

Bajamos hasta el Arroyo de la Tejada y, dada la sequía de los últimos meses, los once supuestos vadeos no se producen puesto que el arroyo está seco. Al pasar por el último, empezamos a subir con bastante comodidad, a pesar del peso que llevamos. La ascensión se complica un poco al pasar junto al Cementerio de Santa Ana, por camino asfaltado, y seguir subiendo hasta la Ermita de Santa Ana en Colmenar Viejo. Un buen lugar para hacer un merecido descanso junto al hito kilométrico 642.

La salida de Colmenar Viejo es un poco liosa. Intentamos seguir las señales iniciales a la entrada del pueblo y pasamos junto a la Basílica. Poco a poco conseguimos atravesarlo y dejamos atrás las edificaciones por la Cañada de los Gallegos. El inicio de la Cañada es cómodo, pero acaba convirtiéndose en tramos con escalones de piedras y fuertes regueros que ponen a prueba las alforjas y nos hacen bajar de las bicis al ser intransitables en nuestra situación. Se complica aún más al paso por el túnel del ferrocarril: hay que seguir empujando. Queremos seguir el trazado original del Camino, pero hay que reconocer que esta zona es compleja incluso para ir andando. Al final, una planicie nos sitúa junto al Puente medieval del Batán.

Después de un pequeño descanso, continuamos subiendo para empezar a ver a lo lejos los riscos de la Pedriza. El paisaje es espectacular, y a sus pies la localidad de Manzanares el Real.

Un entretenido camino nos hace descender para llegar hasta las aguas del Embalse de Santillana.

Antes de pararnos a almorzar, nos acercamos hasta el Castillo de los Mendoza para llevarnos unas fotos de recuerdo.

Ya va haciendo bastante calor. Es hora de comer y prepararnos para seguir subiendo. Junto al Ayuntamiento de Manzanares el Real reponemos fuerzas y sellamos las credenciales.

Hay que reconocer que la salida de Manzanares el Real es bonita. Las vistas son fantásticas. Pasamos junto a la entrada a la Pedriza, dejándola a nuestra derecha y seguimos ascendiendo para bajar junto a El Boalo. Las pistas se convierten en pequeños caminos y éstos en senderos hasta que hay momentos que toca empujar, abrir cancelas, cerrar cancelas y rodar junto al ganado. Pasar a cuatro metros de una cornamenta negra que no te quita ojo ...  acojona, pero mejor pensar que son mansos y seguir pedaleando.

Hay tramos  en los que el camino te lleva por pequeños senderos entre reses mansas con el fin de evitar rodar por la carretera, pero hay zonas en que ni tan siquiera empujando movemos las bicicletas. Algunas rocas nos hacen subirlas entre los dos. Al llegar a Mataelpino tengo la sensación de que nos hemos bebido todo el agua de la plaza. El calor es sofocante y aún nos quedan kilómetros por delante. Ya no hay ganas de fotos. Solo queremos finalizar esta primera y dura jornada.

La llegada a Navacerrada es dura, así como el paso por el pueblo, pero lo peor es la salida del mismo: son pocos metros subiendo por un pinar para salir a la M-607, pero es un infierno. Los pies resbalan con la arena y las piedras sueltas. Las bicicletas pesan aún más. Hay que parar para coger buen apoyo de los pies para empujar. Es inhumano, es cruel, pero llegamos a la carretera. El resto, rodar un poco por el arcén, una rápida bajada por la M-614 y nos desviamos hacia Cercedilla por la  M-622.

Como Cercedilla está en fiestas, los dos albergues juveniles de la Carretera de las Dehesas están cerrados por vacaciones. Eso nos lleva  a alojarnos en el Hostal Longinos y finalizar la primera etapa casi a las 15:30 horas. 

Para ser la primera etapa del Camino de Madrid, me parece un recorrido bastante duro, aunque muy bonito. Si añadimos el fuerte calor que hemos pasado, podemos decir que nos hemos dado una paliza en toda regla. Toca comer y descansar para prepararnos para otra dura etapa: subir a la Fuenfría.

DATOS DE LA ETAPA 1

Total kilómetros: 82,80

Tiempo total invertido: 8 h 14' 37''

Tiempo en movimiento: 6 h 20' 24''

Tiempo detenido: 1 h 54' 13''

Velocidad media en movimiento: 13,10 km/h

Velocidad máxima: 49 km/h

Desnivel acumulado ascendiendo: 1448 m.

Desnivel acumulado descendiendo: 916 m.

Altitud máxima: 1288 m.

Altitud mínima: 575 m.

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